RETOS LECTORES EN EL AULA, CENTRO Y ENTORNO

Los soportes electrónicos para leer los tenemos al alcance de la mano. Móviles y tabletas forman parte de nuestra vida cotidiana. Otros ejemplos como los libros electrónicos no son tan comunes. En nuestra escuela no poseemos ninguno, aunque yo sí soy usuario del mismo y estoy encantado. 

En el colegio tuvimos una experiencia lectora con un libro que nuestros alumnos podían leer online, pero el sistema para darse de alta era farragoso, aunque facilitamos instrucciones a los padres para hacer más sencilla la tarea. Fueron muy pocos los niños que leyeron completamente el libro. De momento, al menos en mi aula, los alumnos se encuentran más cómodos con el libro de papel que con el ordenador o la tableta a la hora de leer literatura juvenil.

Tanto los alumnos como yo preferimos usar las nuevas tecnologías para la búsqueda de información, "es mucho más rápido que consultar en los libros de conocimiento de la biblioteca", dicen los alumnos. Otro cantar es comprobar si la información que seleccionan de la red es fiable y en este aspecto tenemos que instruirlos. En cuanto a literatura también tanto los niños como yo preferimos el libro: sólo oler el papel y la tinta ya es un placer en sí mismo. 

Los retos lectores que me planteo se focalizan en tres ejes: aula, centro y entorno.

En el aula debemos dotar de las estrategias básicas de comprensión lectora y ofrecerles las suficientes lecturas atractivas y los tiempos para que puedan disfrutar de ellas en las escuelas. La desventaja que tenemos suele ser la cantidad de contenidos que nuestros alumnos tienen que adquirir del currículo y el poco tiempo que dedicamos a la lectura sosegada.

A nivel de centro lo más importante es consensuar un Plan Lector de Centro en el que todos los docentes estén implicados. La cantidad de frentes abiertos que tenemos en los colegios, hace complicado en muchas ocasiones abrir un período de reflexión que finalice con la elaboración del plan mencionado.

En el entorno, el aspecto fundamental es la implicación de los padres en la creación del hábito lector. Desde los centros debemos animarlos con la creación, por ejemplo, de carnés de familia lectora, otorgando reconocimientos a finales de trimestre o de curso.

Me gustaría centrarme en el último eje, el entorno, y especialmente la familia, puesto que supondría un aumento de tiempo en la exposición de los alumnos al mundo de la lectura, además de intentar potenciar un momento sosegado de encuentro en las familias en algún momento del día. 

Uno de los retos que supone la realización de un curso INTEF, está en la utilización de programas para realizar la presentación de infografías. Para mí es el reto más importante: el reciclaje en la utilización de las TIC. Me ha parecido muy interesante la reflexión sobre la poca atención que ponemos en plantear tareas para enseñar a usar la lectura para aprender, fundamentalmente en Primaria. Creo que merecería la pena recibir formación y llevarlo a la práctica en el aula.