¿Qué limitaciones lectoras
encuentran nuestros alumnos?
El primero y fundamental es el
apoyo por parte de la familia. El hábito lector se crea en casa, leyendo con
ellos todos los días. Crea un vínculo especial entre padres e hijos y si se
fomenta desde pequeños, los niños son los que te recuerdan, a la hora del
cuento, que tienes que leer con ellos.
Comprar libros tampoco es un
hábito generalizado en la sociedad actual: tampoco son baratos precisamente.
Además consumimos otros soportes y dispositivos: internet, vídeos en línea,
videojuegos, música. Todo ello al alcance de un clic, siendo en muchas
ocasiones espectadores pasivos. Leer exige atención, reflexión, paciencia y si
además en la escuela nos empeñamos en darles lecturas obligatorias y alejadas
de sus intereses... Una buena pregunta que debemos hacernos en los colegios si
queremos que nuestros alumnos lean es la siguiente: ¿encuentran los estudiantes
sus libros favoritos en nuestras bibliotecas escolares? Yo creo que en muy
pocas bibliotecas.
¿Qué espacios ofrecen los nuevos
formatos lectores?
La llegada de nuevos dispositivos
como los teléfonos inteligentes y los móviles ha revolucionado nuestro mundo. El
acceso a la información se ha multiplicado, la posibilidad de consumir libros
interactivos ya es una realidad y de ahí a libros en realidad virtual, donde
nuestros alumnos se convertirán en protagonistas, hay un paso. Nuestros alumnos
son nativos digitales y en el entorno escolar vamos a remolque.
¿Qué competencias lectoras
debemos potenciar en nuestros alumnos?
Mejorar la comprensión lectora es
el reto más importante, no solamente entender las ideas generales, sino
diferenciar entre lo importante y lo accesorio, contrastar información
distinguiendo lo verdadero, lo dudoso y lo falso, generando en nuestros alumnos
la necesidad de ser lectores críticos.
¿Cuáles son las temáticas
lectoras que motivan a nuestros alumnos?
Este aspecto es el que en muchas
ocasiones se nos olvida. Debemos preguntar a nuestros alumnos y hacernos en la
medida de lo posible con aquellas series o títulos que nos demandan. Deporte,
misterio, aventuras, viajes en el tiempo, humor; todo ello vivido por personajes
de su misma edad, es según mi experiencia, lo que más les gusta. En cuarto,
quinto y sexto de Primaria series como "Futbolísimos", "Gerónimo Stilton", "Diario
de Greg", "La pandilla de Sherlock Holmes", "El club de las zapatillas rojas",
libros de la colección de David Williams, y la colección "Cuatro amigos y medio",
enganchan mucho a nuestros alumnos.
¿Qué oportunidades lectoras usamos como estrategias de fomento
lector?
En clase utilizamos en muchas
ocasiones revistas como “reportero DOC”. Esta publicación trata muchos temas de
interés de los alumnos: naturaleza, pequeñas píldoras de historia utilizando,
en ocasiones,el cómic como medio para la transmisión de conocimientos.
Los aniversarios, fechas
relacionadas con la biblioteca, semanas culturales son usados en nuestro centro
como excusa para el fomento de la lectura. El curso pasado dedicamos unos días
a Antonio Machado y poemas del autor cantados por Joan Manuel Serrat.
Literatura y música de la mano proporcionan magníficas oportunidades lectoras,
fijaos en el rap: les encanta.
¿Cuáles son los retos lectores que
nos proponemos a nivel de centro, aula y entorno?
A nivel de centro lo más
importante es consensuar un Plan Lector de Centro en el que todos los docentes
estén implicados. La cantidad de frentes abiertos que tenemos en los colegios,
hace complicado en muchas ocasiones abrir un período de reflexión que finalice
con la elaboración del plan mencionado.
En el aula debemos dotar de las
estrategias básicas de comprensión lectora y ofrecerles las suficientes
lecturas atractivas y los tiempos para que puedan disfrutar de ellas en las
escuelas. La desventaja que tenemos suele ser la cantidad de contenidos que nuestros
alumnos tienen que adquirir del currículo y el poco tiempo que dedicamos a la
lectura sosegada.
En el entorno, el aspecto
fundamental es la implicación de los padres en la creación del hábito lector.
Desde los centros debemos animarlos con la creación, por ejemplo, de carnés de
familia lectora, otorgando reconocimientos a finales de trimestre o de curso.
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